Pérez Saldaña destacó el papel que desempeñan en esta modernización las pequeñas explotaciones intensivas, ‘las más productivas de nuestro sistema agrario y de las que la horticultura almeriense es un ejemplo modélico’. Resaltó, de igual modo, que este sistema de agricultura está basado en pequeñas explotaciones familiares y en el caso de Almería, ‘ha colocado a esta provincia en cabeza de las andaluzas por su renta per cápita y que generó en la campaña pasada una facturación de 1.566 millones de euros para los productores y 2.200 millones de euros una vez comercializada’.
Asimismo, explicó que Andalucía ha superado también en estas décadas el déficit histórico que arrastraba en industrialización y comercialización de los productos agrarios, hasta el punto de que hoy día la agroindustria es el primer sector industrial andaluz, por empleo, por facturación, por valor añadido y por inversión, y las pequeñas y medianas empresas, que constituyen el grueso de la industria alimentaria andaluza, apuestan por la calidad y por la diferenciación bajo el paraguas de alguna de nuestras 26 denominaciones de origen, 6 denominaciones de calidad o 13 vinos de la tierra, de la producción integrada o de la producción ecológica, como forma de diferenciarse, crear valor añadido y ganar nuevos mercados.
En esta transformación que ha experimentado el medio rural, los programas de desarrollo han resultado decisivos para la modernización y transformación no sólo de la actividad agraria, sino también de las infraestructuras y los servicios, que han transformado la vida en estas zonas generando dinamismo económico y social.
Pérez Saldaña señaló que la transformación experimentada a lo largo de estos años, ha convertido a la actividad agraria en una actividad más eficiente, más empresarial y más tecnificada, que ahora tiene que por delante al reto de la preservación de los recursos naturales y de la sostenibilidad, con la vuelta a técnicas de cultivo que se apoyan en los mecanismos de la propia naturaleza, como la lucha biológica. Y en este sentido indicó que Córdoba es hoy una provincia con una agricultura y una agroindustria pujantes, de la que son buena muestra la cooperativa Covap, la industria de zumos Pascual o la industria vinícola de Montilla, entre otros ejemplos, “un buen lugar, por lo tanto, para apreciar lo que hoy es Andalucía y calibrar su enorme potencial para seguir avanzando”.
Junta de Andalucía