Preocupación por el avance del mildiu en muchas comarcas de Castilla La Mancha

Nota de ASAJA

La Asociación Agraria – Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ciudad Real advierte que las condiciones climatológicas de las últimas semanas han favorecido la aparición de la enfermedad del Mildiu en muchas zonas de viñedo, principalmente en los términos de Carrión, Torralba, Daimiel, Herencia, Villarrubia de los Ojos, por lo que, a fin de paliar en lo posible los graves daños que la enfermedad está ya ocasionando en los viñedos afectados, ASAJA de Ciudad Real solicita a la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha que preste a los agricultores afectados la ayuda necesaria para que la enfermedad no tenga los efectos desastrosos que tuvo en 1988.

ASAJA de Ciudad Real considera que las acciones que, de forma urgente, debe emprender la Consejería a tal fin son, al menos, las siguientes:

-Información profesional en los pueblos mas afectados, a cargo de técnicos de la Consejería.

-Suministro de productos preventivos y curativos gratuitos a los agricultores afectados.

-Seguimiento y evaluación continuada de los efectos de la enfermedad en los términos municipales afectados.

-Información a través de los medios de comunicación de la evolución de la enfermedad.

El mildiu es una de las enfermedades más graves de las que afectan a las viñas, ya que si las condiciones ambientales le son favorables, puede atacar a todos los órganos verdes de la vid, provocando la pérdidas de hasta el 50% o más de la cosecha. Está provocada por el hongo Plasmopara viticola Berl. y de Toni. y aparece cuando el clima es cálido y húmedo durante el periodo de crecimiento vegetativo.

Síntomas de la enfermedad:

·En hojas. Se distinguen las típicas manchas de aceite en el haz, que se corresponden en el envés con una pelusilla blanquecina si el tiempo es húmedo. Al final de la vegetación estas manchas adquieren la forma de mosaico pardo-rojizo. Los ataques fuertes producen una desecación parcial o total de las hojas e incluso una defoliación prematura, que repercute en la cantidad y calidad de la cosecha, así como en el buen agostamiento de los sarmientos.

·Brotes y sarmientos. Los brotes afectados se curvan, cubriéndose de una pelusilla blanquecina constituida por esporas del hongo, infectándose también pecíolos, zarcillos e inflorescencias, que pueden secarse y caer si el ataque es fuerte.

·Racimos. Pueden ser atacados precozmente, apareciendo una típica curvatura en S, así como un oscurecimiento del raquis que puede recubrirse posteriormente de una pelusilla blanquecina. Los granos pueden ser atacados inicialmente o posteriormente a través de los pedúnculos. En ataques tardíos, los racimos no se recubren de una pelusilla blanca pero adquieren un color pardo y se secan (mildiu larvado).

La actividad de Plasmopara viticola se inicia en primavera con la germinación de los conidios, que han pasado todo el invierno sobre las hojas caídas al suelo, dando salida, de su interior, a las zoosporas móviles mediante flagelos, que se deslizan por la planta huésped propagando la infección y penetrando en el interior de las hojas a través de los estomas. Con la penetración de la zoospora se inicia el periodo de incubación. Al final de este periodo, surgen las esporas estivales, que darán origen a la segunda generación.

Esta situación se repetirá según la humedad ambiental, hasta que en otoño, el hongo entrará en una fase de reposo, diferenciando en las hojas, que luego, caerán los conidios.

Por desarrollarse las zoosporas en la superficie del suelo, no pueden invadir la planta sin entrar en contacto con ella, remontándose por las hojas, que por la inclinación de los sarmientos rozan con el suelo, o por una fuerte lluvia que pueda salpicar las de partículas minúsculas de tierras infectadas de zoosporas.

Plasmopara viticola provoca las lesiones primaverales primarias, cuando se verifican, las siguientes condiciones:

·Longitud del brote de, al menos 10 cm.

·Caída de una lluvia de 10 mm como mínimo.

·Temperatura superior a 10ºC.

En estas condiciones, se produce la primera infección que, al término del periodo de incubación dará origen a la mancha de aceite y al moho blanco.

Control:

-Impedir la formación de charcos de agua, drenando las partes bajas del viñedo y efectuando labores antes del desborre.

-El control químico del mildiu de la vid debe realizarse de una forma racional y siempre de acorde con las condiciones climáticas que puedan favorecer el desarrollo de esta enfermedad. La estrategia de protección consiste en tratar en el momento oportuno para impedir o detener la germinación de las esporas. La lucha puede ser preventiva y/o curativa según se utilicen productos de contacto o sistémicos/penetrantes.

-Las necesidades de prevención aumentan en situaciones bajas de atmósfera húmeda y propensas a nieblas y rocíos, haciendo necesarios varios tratamientos, que en ciertos casos pueden llegar a 7-9, como único medio de garantizar la salubridad de la planta y la del fruto.

-Dentro de los productos sistémicos tenemos el Benalaxil + Cobre, Folpet o Mancozeb, etc. Como penetrantes destacan el Azoxistrobin, Mancozeb, Metiram, Propineb, Zineb, etc. y de contacto: Captan, Diclofuanida, Folpet, Maneb, Mancozeb, etc

ASAJA

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