Cultivadas desde hace siglos por los aztecas y los indios, las semillas de chía formaban parte de su dieta y eran tan apreciadas que se usaban como moneda de cambio. Las semillas de chía tienen muchas propiedades nutricionales y son especialmente útiles como parte de una dieta para perder peso. Ricas en ácidos Omega 3, especialmente en ácido alfa linolénico; que protege contra las enfermedades de corazón, el consumo de semillas de chía disminuye los niveles de triglicéridos. Entre muchas de sus propiedades está su facultad de ralentizar la conversión de carbohidratos en azúcar en el organismo. Además constituyen una fuente de proteína de fácil digestión y son muy ricas en calcio.
Las semillas de chía se consumen después de remojarlas en agua durante 20 ó 30 minutos. La fibra soluble de la semilla las transforma en una gelatina que se puede mezclar con leche, yogur, ensaladas o frutas. Para asegurarse de sus beneficios, se recomienda tomar entre 10 y 25 gramos de semillas al día.
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