La Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha (UCAMAN) califica la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha, aprobada en las Cortes de Castilla-La Mancha como “un instrumento innovador que abre posibilidades de renovación y modernidad a nuestro sector vitivinícola tanto a nivel productivo como comercial, pero que exige un esfuerzo añadido de adaptación de nuestras actuales estructuras, lo que puede crear incertidumbre pero a la vez ilusión y claras expectativas de evolución y mejora”, según el portavoz sectorial de Vino de UCAMAN, Ángel Villafranca.
Una de las novedades de la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha es la creación del Fondo de Promoción. La Fundación que gestione el Fondo de Promoción, cuya composición y el diseño aún no está definido, llevará a cabo labores, fundamentalmente, comerciales y de promoción con los fondos recaudados a través de las declaraciones de producción y de existencias a los transformadores de uva en mosto, es decir, bodegas y cooperativas. A este respecto UCAMAN estima necesario que el reparto de la estructura representativa del patronato de la Fundación se debe realizar a través de las Organizaciones Sectoriales Representativas de forma proporcional a las aportaciones de sus asociados, a través de cooperativas o bodegas que contribuyan al presupuesto del Fondo, sin olvidar a otros socios que por su peso en el sector tengan cabida en dicho organigrama, siempre y cuando sean contribuyentes del Fondo. Del mismo modo, sería interesante, desde el punto de vista de UCAMAN, que en el Órgano Consultivo que se crease estuvieran presentes otro tipo de agentes implicados, especializados en el estudio, investigación, desarrollo y promoción del sector.
Sin embargo, sería injusto que envasadores y comercializadores de productos vitivinícolas que se van a beneficiar de las actuaciones de la Fundación, no aporten capital alguno, siendo los mejores posicionados en recibir los primeros beneficios y resultados de las actuaciones que lleve a cabo dicha Fundación.
UCAMAN cree también necesario que este fondo, cuyo objetivo es realizar proyectos comerciales y promocionales atractivos para el vino y su consumo moderado, debe de complementarse con otras aportaciones monetarias, cuya procedencia no sea exclusiva de bodegas y cooperativas, ya que “es insuficiente contar en esta primera campaña con los aproximadamente 1,5 millones de euros que aportarán las bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha”, según Ángel Villafranca.
Por otro lado, respecto al nuevo sistema de calificación de los vinos con indicación geográfica y V.C.P.R.D., UCAMAN entiende que se deben de poner en marcha las medidas necesarias, por parte de la Administración regional y por parte de las bodegas cooperativas, para llevar a cabo las medidas de control y trazabilidad de la calidad que exige la Ley para los vinos castellano-manchegos.
Asímismo, desde UCAMAN se considera un acierto que en la cúspide de la certificación y garantía de calidad esté un organismo público, el Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (IVICAM), el cuál asegurará objetividad y homogeneidad en sus actuaciones.
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