En concreto, cinco de los ocho proyectos industriales ya están en ejecución y tres de ellos pertenecen al sector vitivinícola, un sector sobre el que se fundamenta buena parte de la actividad industrial peñafielense.
La bodega Pago de Carraovejas es una de las que se ha beneficiado del Plan de Ayudas para la Reestructuración del Sector Remolachero, y con la colaboración de estas subvenciones, la empresa va a crear 15 nuevos empleos fijos según su gerente, Pedro Ruiz.
«En tiempos difíciles como los que nos toca vivir ahora, este tipo de ayudas son una gran apuesta por la mejora de la confianza, la reactivación de la economía e incluso la creación de empleo.
En nuestro caso, son 15 nuevos puestos de trabajo los que se van a crear. Nos iríamos a una plantilla de 45 personas, que si lo hacemos a día de hoy es porque lo necesitamos, pero quizá sin este impulso lo hubiéramos hecho de una forma más lenta», señaló Ruiz.
Otro de los proyectos vinculados al sector vitivinícola es el que está llevando a cabo el enólogo Tomás Postigo, quien ha dejado de trabajar por cuenta ajena para afrontar un nuevo reto y abrir su propia bodega en Peñafiel. «Instalarse en un lugar como Peñafiel te da muchas garantías, porque es la mejor zona de España para hacer vinos tintos y una de las mejores del mundo», señaló el bodeguero, quien dará trabajo a cuatro personas de forma fija.
El tercer proyecto relacionado con el mundo del vino es la creación de una bodega por parte de la empresa Ciris-Duero S.L., que dotará de empleo fijo a cuatro personas y de trabajo de campaña a otras seis personas. La apuesta de Ciris-Duero S. L. por el vino de calidad le llevará a producir unas 200.000 botellas al año, para lo que ha invertido más de un millón de euros.
Europa Press