Los técnicos agrícolas recorren este año los campos con una PDA -agenda de mano- para clasificar la uva de cada cepa según sus características, explicó ayer el director técnico de Viticultura de Raimat, Joan Esteve.
«Estos datos se introducen en el dispositivo, que va equipado con un GPS con el objetivo de crear un mapa que refleje las diferentes calidades de la uva de cada zona. Así podemos decidir con mayor facilidad qué tipo de uva se empleará para cada vino», comentó. Este proceso se denomina microvinificación y ha sido desarrollado conjuntamente por las bodegas Raimat y el Instituto de Desarrollo y Tecnología Agroalimentarios (IRTA).
Los técnicos apuntan en las PDA las características de cada cepa, por ejemplo, el vigor de la planta, la uniformidad de la uva, su estado sanitario y su grado de estrés. Mediante un programa informático, con estos datos se establece una clasificación de las cepas por zonas. El resultado es un mapa que resulta de gran ayuda al elegir el mejor tipo de uva para cada una de las variedades de vinos y cavas que se cosechan en Raimat.
La bodega leridana ha dado así otro paso hacia una mejor gestión de sus viñedos, en los que ya se aplican desde hace años varias técnicas para mejorar su aprovechamiento teniendo en cuenta parámetros de sostenibilidad y cultivo ecológico. Por ejemplo, en Raimat se realiza algunos controles de plagas con insectos, se aplica un sistema para reducir el paso de tractores y maquinaria agrícola entre cepas para evitar la erosión del suelo así como análisis sobre la salinidad del terreno. Esteve explica, como ejemplo de gestión sostenible, que la prohibición de la caza en la finca de Raimat, con una extensión de 3.000 hectáreas, ha supuesto una proliferación de perdices y conejos. Estos han atraído a la zona a aves depredadoras, que han desplazado a los estorninos que arrasaban viñas enteras.
Todas estas innovaciones han contribuido a que este año las expectativas de la vendimia en Raimat sean muy elevadas. Joan Esteve explica que el clima ha permitido que la maduración de la uva haya sido muy buena, lo que proporcionará vinos más ácidos, aromáticos y expresivos. «Estamos ante una de las mejores añadas de los últimos años», aseguró el viticultor.
Raimat cosecha cada año unos 20 millones de kilos de uva. El 50% de su producción se destina a la elaboración de cava de la marca Codorníu. Este año participarán en la vendimia unos 80 trabajadores entre temporeros y personal de bodega.
El País