Nota DO La Mancha
El incremento ha rondado el 15 por ciento con respecto a la campaña del año 2002, pero este dato varía mucho dependiendo de la comarca de que se esté hablando, puesto que en la zona de La Mancha toledana y conquense el ascenso ha sido mucho mayor que en otros lugares de Ciudad Real, donde incluso ha habido algunos pueblos con descensos; por ejemplo, Villarrubia de los Ojos.
Particularmente llamativo resulta que, mientras que en la variedades blancas el aumento no ha superado el 10 %, en el caso de las tintas, el aumento se ha situado sobre el 35 %, si bien, al igual que ha ocurrido con los blancos, también hay diferencias notables dependiendo de las distintas zonas o comarcas.
Lo que también resulta evidente es que el desequilibrio entre el aumento que ha habido en tintos y el de los blancos se debe fundamentalmente al proceso de transformación de miles de hectáreas de la varietal blanca Airén, la mayoritaria en La Mancha, en tintas, como la Cencibel o Tempranillo, la Cabernet Sauvignon, la Merlot o la Syrah; así como otras blancas (Macabeo o Viura, Chardonnay y Sauvignon Blanc) muy demandadas por los mercados de vinos de calidad.
En definitiva, todo esto responde a un cambio real que está teniendo lugar en el paisaje vitícola manchego, que desde hace unos años puede presumir de ser uno de los más variados de España, gracias a la impresionante reconversión varietal que está viviendo esta región.
Reseñar también que estos datos se han obtenido tras la realización de un muestreo aleatorio entre diferentes bodegas acogidas a la D.O., principalmente cooperativas (las mayores receptoras de uva), tratando de representar a las cuatro provincias que componen la Denominación de Origen «LA MANCHA» (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo).
Lo que sí dejan claro estos datos es que el potencial vitícola de La Mancha es tan importante y variado que ésta es la única Denominación de Origen del mundo con posibilidad de seleccionar las mejores elaboraciones de cada una de las bodegas inscritas para comercializar vinos de calidad, es decir, con Denominación de Origen.
En cuanto a la calidad, por referirnos sólo al parámetro más utilizado, el del grado Baumé, los resultados han sido muy adecuados, puesto que la graduación media en los blancos ha sido de unos 11º, deseable para la elaboración de vinos jóvenes y aromáticos. En los tintos se ha elevado hasta los 13º, lo que asegura una materia prima excelente para la elaboración de vinos de calidad, tanto jóvenes como crianzas, reservas y grandes reservas. Quizás el único inconveniente señalado ha sido un pequeño desequilibrio en la acidez total, que ha quedado un poco baja en algunos casos puntuales.
Finalmente, destacar las buenas condiciones sanitarias que han presentado todos los tipos de uva cosechados, lo que sin duda se traducirá en unos vinos excelentes. De hecho, las primeras elaboraciones realizadas hasta la fecha por las bodegas están resultado muy esperanzadoras por su riqueza aromática y plenitud de sabores.
DOLaMancha