Beneficios de la Producción Integrada

¿Que es la producción integrada?

La producción integrada consiste en la racionalización en la gestión de las plagas, dando preferencia a los recursos naturales y limitando al mínimo necesario las intervenciones químicas, integrando y compatibilizando los aspectos económicos, ecológicos y ecotoxicológicos.

Esta racionalización se extiende necesariamente al resto de las técnicas de cultivo (manejo del suelo, plantación, abonado, riego, poda, recolección, etc) nace el concepto de PI, definido por la Organización Internacional de Lucha Biológica (OILB) como sistema agrícola de producción de alimentos que utiliza al máximo los recursos y los mecanismos de regulación naturales y asegura a largo plazo una agricultura viable. En ella los métodos biológicos, químicos y otras técnicas son cuidadosamente elegidos y equilibrados, teniendo en cuenta la protección del medio ambiente, la rentabilidad y las exigencias sociales.

¿Por qué realizar producción integrada?

A partir de los años 50 y 60 se ha asistido a una escalada en los tratamientos químicos que han ocasionado una serie de problemas como son:

1. Aumento de los costes de la protección fitosanitaria.
2. Aparición de fenómenos de resistencia por el uso continuado de productos del mismo grupo químico, debido a la selección de estirpes resistentes del insecto, ácaro u hongo.
3. Aparición de nuevas plagas o intensificación del ataque de plagas existentes, como consecuencia de la eliminación sistemática de sus enemigos naturales que las mantenían a niveles tolerables.
4. Aumento de la contaminación ambiental: Cuando un plaguicida se aplica a un cultivo, menos del 50% cumple el fin a que se destina. Una parte importante sufre efectos de evaporación o deriva en la atmósfera, otra parte cae al suelo donde es drenado por la capa freática, etc. Así entre corrientes de agua superficiales o subterráneas, arrastres por viento, etc. se van contaminando la vegetación, suelo, aguas, atmósfera, etc.
5. Residuos en alimentos: éste es un factor al que cada día se le presta más atención y la necesidad de respetar los límites legales establecidos puede ser el principal estímulo práctico para la aplicación de la Producción Integrada.

La producción integrada intenta paliar estos problemas por medio de prácticas que como ya hemos dicho racionalicen el uso de sustancias químicas y una mejor gestión de los recursos naturales.

Requisitos para aplicación de Producción Integrada

La PI no es un nuevo método revolucionario, sino sólo una racionalización de los métodos existentes dando preferencia a los naturales, limitando las intervenciones químicas a lo necesario y en definitiva tratando de compatibilizar las razones económicas con las ecológicas y toxicológicas.

Para su aplicación práctica, se tienen en cuenta y se reglamentan sus normas técnicas en los siguientes aspectos:

1. Preparación del terreno para la plantación en el caso de nuevas plantaciones. Así es preceptivo eliminar los restos vegetales procedentes de cultivos anteriores, no está permitida la desinfección química del terreno, etc.
2. Plantación: Se exige material certificado y se recomiendan determinados marcos de plantación, estableciéndose determinados límites, etc.
3. Riegos: Se establecen volúmenes máximos de agua, se exige cierta calidad de las aguas, etc.
4. Fertilización: Deben realizarse análisis del suelo al inicio y luego cada 5 años, y de hojas cada 2 años. Las fórmulas del abonado estarán adaptadas a esos análisis. Se limitan las cantidades máximas de abonos a aportar, se regula su distribución por épocas y se exige cierta calidad a los abonos.
5. Fitorreguladores: Se limitan las sustancias que pueden emplearse y se controlan las condiciones de su uso.
6. Poda: Se exige en la mayoría de las plantaciones que sea al menos bianual y se le fijan determinadas normas.
7. Manejo del suelo y control de malas hierbas: se prefieren los medios mecánicos, aunque se permiten determinados herbicidas, pero con limitaciones (ej.: no se permiten los residuales en suelos arenosos).
8. Control de plagas y enfermedades. La protección fitosanitaria, que constituye el núcleo central, se basa en unos aspectos básicos. El primero consiste en los plaguicidas se deben utilizar sólo cuando se llegue al “nivel económico de ataque/ umbral económico de intervención”. El segundo que en la elección de los plaguicidas se debe prestar especial atención a los menos tóxicos para agricultores y consumidores y los que provoquen un menor impacto medioambiental. Por último, se deben utilizar todas las técnicas o medios apropiados (biológicos, culturales, genéticos,etc.) y no solamente los químicos.
9. Recolección: Se fijan unos índices mínimos de madurez y las condiciones de recolección (no recolectar frutos mojados, eliminar los que tengan síntomas de alguna enfermedad, etc)
10. Tratamientos postrecolección y de conservación: Se tratan de evitar en lo posible, pero se autorizan, aunque sólo con determinadas materias activas y con un rígido control de dosis y condiciones de aplicación
11. Libro de explotación: Será obligatorio y en él se deben anotar todas las actuaciones que se realicen, y puede ser inspeccionado por la Entidad de Control y Certificación o la Administración, pues se trata de una producción controlada. Además el responsable de la explotación, debe superar un curso de formación sobre Producción Integrada o si no pertenecer a una asociación o entidad que proporcione personal técnico cualificado.

¿Cuáles son los beneficios?

• Para el productor:

1. Racionaliza las prácticas de cultivo y reduce la pérdida de elementos nutritivos
2. Disminuye el consumo de plaguicidas y fertilizantes
3. Valoriza su producto
4. Mejora su nivel tecnológico

• Para el consumidor:

1. Adquiere un producto controlado
2. Los productos que consume tienen un bajo contenido en residuos de plaguicidas
3. El producto tiene calidad, no sólo externa, sino también intrínseca

• Para el medioambiente:

1. Se respeta al máximo el equilibrio biológico del ecosistema agrario
2. Se evitan contaminaciones innecesarias para el aire, suelo y agua.

 

Normativa relacionada con la Producción Integrada:

• El BOE de 30 de noviembre de 2002 publica el Real Decreto 1201/2002 (de 20 de noviembre), por el que se regula la producción integrada de productos agrícolas en España. Posteriormente se han publicado las Órdenes que controla la producción de distintos productos:
• ORDEN APA/370/2004, de 13 de febrero, por la que se establece la norma técnica específica de la identificación de garantía nacional de producción integrada de cultivos hortícolas.
• ORDEN APA/1657/2004, de 31 de mayo, por la que se establece la norma técnica específica de la identificación de garantía nacional de producción integrada de cítricos.
• ORDEN APA/677/2006, de 28 de febrero, por la que se establece la norma técnica específica de la identificación de garantía nacional de producción integrada del ajo.
• ORDEN APA/684/2006, de 28 de febrero, por la que se establece la norma técnica específica de la identificación de garantía nacional de producción integrada del algodón.
• ORDEN APA/42/2007, de 17 de enero, por la que se establece la norma técnica específica de la identificación de garantía nacional de producción integrada de la remolacha azucarera.