Varias especies del género Cassida han sido citadas en España produciendo daños en remolacha y alcachofa, sobre todo en el sur de la península.
El adulto se caracteriza por tener el pronoto y los élitros muy desarrollados, con los bordes aplastados y recubriendo todo el cuerpo excepto la extremidad de las antenas, de este modo queda protegido bajo esta cubierta. Mide entre 5 y 7 mm y es de color verde claro, con dos bandas longitudinales sobre los élitros de color verde metálico.
Las larvas tienen forma oval y aplastada y son de color verde.
Síntomas de afecación por Casida
Devoran el parénquima dejando la hoja reducida, en los casos más extremos, a las nerviaduras. Consecuencia de ello la raíz se desarrolla escasamente.
Agente causal
El agente causal es la Cassida vittata Villers.
Ciclo de actividad
El adulto pasa el invierno protegido en la capa superficial del suelo y al llegar la primavera se instalan en el cultivo.
Realizan la puesta en el envés de las hojas, donde la larva neonata se alimenta, posteriormente ésta pasa al haz donde completa su desarrollo. La pupa tiene lugar sobre estas mismas hojas. Los adultos dan lugar a una segunda generación, cuyos adultos emergen en junio o julio, para posteriormente abandonar el cultivo y dirigirse a la vegetación espontánea donde pasarán el invierno.
Prevención y control
La única forma eficaz de combatir la plaga es pulverizar las hojas cuando se observan los primeros adultos de invierno sobre ellas. Los productos recomendados son dimetoato, metomilo y triclorfón.
Bibliografía utilizada
Plagas agrícolas. 3ª edición (PHYTOMA) (F. García Marí, F. Ferragut)
Imagen Cassida vittata Villers: Tello Neckheim