Nuevos sustratos a la carta basados en compostaje de residuos vegetales.

Actualmente, frente a los sustratos convencionales ampliamente conocidos y difundidos (lana de roca, turba, perlita, fibra de coco, etc.) que plantean problemas como control de calidad, falta de homogeneidad, carencia de aportes biológicos equiparables a los aportados por el suelo, etc., el progreso técnico se proyecta en la obtención de nuevos materiales o bioproductos, que aúnen las características propias de los sustratos, como sustitutivos del suelo, e incorporen nuevos valores y propiedades útiles incluyendo las relativas a la sostenibilidad ambiental y la eficiencia agronómica y económica. En esta perspectiva se sitúan los bioproductos obtenidos por medio del compostaje de material vegetal procedente de restos de poda y de cultivo de diferentes especies vegetales.

En línea con progresar en la resolución combinada de ambos problemas, la valorización y reutilización de los residuos vegetales y la definición de sustratos alternativos a los convencionales, grupos de investigación del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), Universidad Miguel Hernández y Universidad de Almería, en colaboración con la empresa tecnológica MICROGAIA BIOTECH (que acaba de obtener la calificación de empresa NEOTEC por el CDTI), están desarrollando el proyecto denominado “Diseño, desarrollo y validación de composts funcionales para su uso como sustratos”, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

En el desarrollo de este proyecto, que se encuentra en fase avanzada, se han obtenido diferentes bioproductos – o compost funcionales – “a la carta”, adecuados para diferentes demandas de cultivos hortícolas, semilleros, viveros, etc., que, al tiempo que valorizan los residuos y subproductos de las actividades agrarias, mantienen las características básicas de los sustratos convencionales e incorporan propiedades biopesticidas, bioestimulantes y biofertilizantes, que redundan en un mejor desarrollo cuantitativo y cualitativo de las plantas. Además, cabe destacar la incorporación de microorganismos de interés biotecnológico con efectos nutricionales tales como nitrificantes, amonificantes, solubilizadores del fósforo; microorganismos supresivos de hongos y bacterias fitopatógenas; y tambien microorganismos con capacidades fitohormonales capaces de actuar en el momento adecuado. En este sentido, , hemos demostrado que la inmovilización previa de Trichoderma harzianum y su posterior inoculación durante el proceso de compostaje de restos de poda de vid, constituye un sustrato orgánico alternativo a la turba en el cultivo de plántulas de melón en semillero.

Con ello se pretende ofertar al sector unos bioproductos que suplen exitosamente las limitaciones de los sustratos convencionales en cuanto a capacidad productiva, calidad, seguridad, sostenibilidad y relación calidad-precio. Actualmente se están completando los ensayos de campo en cultivos hortícolas protegidos (tomate, pimiento, melón), semilleros (melón, lechuga, escarola, tomate), viveros (aromáticas y forestales) que se ampliarán próximamente a otros sectores y especies. Asimismo se está realizando una amplia prospección de las demandas técnicas, económicas y comerciales, incluyendo una encuesta electrónica, basada en un sencillo cuestionario de fácil y rápida respuesta que los interesados pueden cumplimentar en el enlace adjunto, en el que asimismo pueden obtener información adicional sobre estos bioproductos.

CSIC

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