La polinización

¿Qué es la polinización?

La polinización es uno de los procesos más hermosos y vitales de la madre naturaleza. Previo a la fecundación de las flores, interviene en este acto superior la magia de las abejas, aunque también pueden actuar otros insectos generosos para que el polen sea transportado desde el órgano floral masculino de una flor (estambre) hasta el femenino de otra planta (estigma).

¿Cómo se produce el transporte del polen?

Fácil e increíble a la vez. Las abejas tienen patitas peludas, repletas de vellitos a los que se adhiere el polen cuando se posan encima de estas para extraer el néctar y alimentarse.

Es un acto de perfecta gerencia ganar-ganar o relaciones mutualistas. Donde se produce primero la germinación y después sucede la fecundación de los óvulos de la flor, a fin obtener frutos que contienen semillas que permiten perpetuar este milagro de vida.

También hay que decir que en este proceso intervienen otros agentes polinizadores, conocidos también como vectores de polinización. Así las cosas, existen agentes abióticos, tales como el agua y el viento.

Pero también existen agentes bióticos, como los animales, quienes son seducidos por los atrayentes colores y olores de las flores. Así que las visitan regularmente, impregnandose de polen que después llevan a otras flores, a muchas, facilitando de esta manera la polinización.

¿Por qué es importante la polinización?

  • Porque favorece la fecundación o reproducción de las plantas. Capaces de realizar esta transferencia de forma autónoma, ellas solas consiguen su objetivo con técnicas de persuasión perfectas.
  • Al menos un tercio de la producción mundial de alimentos depende de este proceso natural. Donde las flores se valen de sus encantos para seducir agentes polinizadores bióticos que las ayudan a multiplicarse, lo cual eleva la producción de frutos, hortalizas y muchos otras especies de plantas.

Por eso ha crecido la preocupación, ante la merma sensible en la población de abejas en las últimas décadas. A consecuencia del efecto devastador que ha tenido sobre ellas el uso abusivo de pesticidas, la disminución de cultivos florales y la deforestación.

También les ha afectado la proliferación de monocultivos de poca diversidad, así como la agricultura intensiva.

Y es que la biodiversidad de los ecosistemas terrestres se ve seriamente trastocada en lugares donde la polinización no se cuida ni se fortalece. Al igual que ocurre con el equilibrio de los sistemas agrícolas, que no pueden ser sustentables si la polinización no se cumple a cabalidad.

  • Las abejas son las mejores trabajadoras. El 25% de los cultivos en Estados Unidos de América son polinizados por ejemplares nativos, mientras que el 75% restante se maneja con abejas melíferas de origen europeo y africano.
  • Además, ayudan a que la producción de semillas crezca en los ecosistemas terrestres, ya que se multiplican las plantas productoras de frutos que tienen flores.
  • La producción de alimentos, depende de la actuación de las abejas en un lugar determinado. Así que son parte importante de la sobrevivencia de los seres humanos en el planeta.
  • También la polinización ayuda a que la nutrición sea mucho más variada, que tenga incluso mejor calidad, siempre que sea adecuada.

Tanto es así que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha dicho que en aquellos lugares del planeta donde la polinización se ha gestionado de forma óptima, la producción ha aumentado en un 24%.

¿Qué etapas tiene?

En general, una sola abeja puede visitar miles de flores de una sola especie para recolectar a diario el polen suficiente para proveerse su propio alimento y satisfacer las necesidades de su colonia.

Recoge el néctar y el polen, esparciéndose por todas las flores.

¿Qué tipos de polinización existen?

En términos sencillos, existen varios tipos de polinización.

  • Natural

Las plantas son gestoras de su propia polinización, porque se valen de medios bióticos o abióticos para reproducirse.

Las llamadas polinizaciones directas, anemofilia, hidrofilia y entomofilia son consideradas naturales. Porque las plantas han logrado evolucionar hasta conseguir su propia forma de reproducirse, con ayuda de agentes polinizadores de origen biótico o abiótico.

Existe una forma de polinización directa, donde la planta se auto fecunda porque el polen llega solito desde el estambre al estigma de la misma flor. No requiere agentes externos.

Hay otra polinización cruzada, donde interviene un vector externo biótico o abiótico que transporta el polen de la flor de una planta a otra.

  • Polinización biótica

Intervienen agentes bióticos, que pueden ser insectos, aves y hasta animales que se mueven sobre la tierra. Esta es la polinización zoófila.

  • Polinización abiótica

Actúan como agentes de transporte de polen: el agua o polinización hidrófila, el viento o aire, llamada polinización anemófila.

  • Artificial

Es un tipo de polinización ejecutada directamente por la mano del hombre. Quien se convierte en transportador del polen con fines alimenticios y/o comerciales, al tratar de fortalecer sus cultivos con ayuda de técnicas de polinización y fecundación que elevan la productividad de sus sembradíos.

En este caso, el hombre interviene en todo el proceso para controlar la reproducción. Puede ocurrir también porque no hay agentes polinizadores naturales, o porque se quiera evitar que se produzcan alteraciones en alguna especie determinada, para lo cual se envuelve la flor a fin de evitar que la visiten otros agentes. El polen es recogido, se lleva al estigma de otra flor, que también ha de ser protegida hasta que se logra la fecundación.

Igualmente, hay plantas consideradas generalistas. Se clasifican así porque admiten diversos tipos de agentes polinizadores. Pero también hay especialistas, esto quiere decir que solamente un agente determinado puede facilitar la polinización.

¿Qué papel desempeñan las abejas?

Como ya se ha dicho, son las abejas, (orden de los himenópteros) las genuinas reinas del proceso de polinización. Ni más ni menos.

Resulta que las llamadas abejas melíferas, que son aquellas que se mantienen en apiarios especialmente acondicionados, o aquellas reunidas en comunidades de colmenas manejadas por un apicultor experto, son las perfectas polinizadoras usadas en los cultivos de carácter comercial donde existen plantas con flores. Aunque hay que rendirle honores a las abejas silvestres, porque cumplen con igual eficiencia la misma función polinizadora.

Las abejas cargan consigo una carga electrostática clave para la polinización, que favorece la adherencia del polen en sus patas y cuerpo. De allí que sean los agentes polinizadores más eficaces.

También las llamadas abejas cazadoras oportunistas son excelentes para llevar el polen a otra flor a cambio de una dosis de néctar. Para ello son capaces de recoger el polen en especies variadas de plantas que producen aceites florales.

¿Qué otros insectos pueden llevar a cabo la polinización?

Existen otros seres diminutos menos agradables y generosos, como las moscas (dípteros) mariposas, polillas (lepidópteros) escarabajos (coleópteros), abejorros, avispas, aves como los colibríes y hasta los murciélagos, que también cumplen una labor beneficiosa como facilitadores de la fecundación de las plantas, gracias al transporte gratuito de polen a cambio de rico néctar.

Artículo invitado de La Regadera Verde.

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